sábado, 20 de febrero de 2010

20 de Febrero del 2010

(Dentro del Teratomorfo)

Dentro del Teratomorfo, todo era muy extraño. Solamente había lo que parecían salas extrañas, que al cruzarlas, se formaba otra sala aún más irreal que la anterior. Nuestros 3 amigos se encontraban en un mundo donde todo era real, y todo era irreal. De una forma extraña, sabían que el Teratomorfo estaba jugando con ellos, pero decidieron seguir adelante, hasta que en una de esas salas, encontraron a Reaven. Les dijo que no podía estarse quieto esperando fuera, y entró para ayudarles. Así, siguieron varias salas más, donde tuvieron que luchar contra unas ilusiones que había creado el monstruo que eran ellos mismos. Durante esa lucha, también apareció Stylgaar, donde más tarde les contó que estando en la posada, tubo una extraña sensación y fue a su búsqueda.

Y por fin, nuestros compañeros encontraron la sala central donde se hallaba la quiebra. Tras interactuar varias veces con el Teratomorfo, este les dio un presente, una parte de su esencia. Asher y Terrius fueron los únicos que la aceptaron, y mal hecho. Una parte de ese monstruo se incorporó en sus cuerpos, ofreciéndole así habilidades propias de un cieno, pero perdiendo parte de sus habilidades aprendidas durante sus vidas humanas.
Al fin, pudieron arrancar la quiebra que se encontraba clavada a un cieno madre. Al arrancarla, el cieno desapareció y en su lugar apareció un agujero negro que se lo tragaba todo a su paso, devolviéndolo todo al plano del Limbo.

La fuerza de la aspiración era terrible, y nuestros aventureros tuvieron que llegar a su límite para lograr escapar, pero lo lograron, y los bajos fondos de Aguas Profundas ya podían descansar en paz de la amenaza del Teratomorfo.