sábado, 5 de junio de 2010

05 de Junio del 2010

(Pelea en la prisión, y muerte de Reaven)

Grupo de la cárcel – 2do día

Al mediodía, Reaven, Asher y Stylgaar se dirigieron al comedor. En esa sala, se encontraron con varios grupos. Un primer grupo resultó ser caballeros de la familia Tempestosa. Esos caballeros les dijeron que sus tierras estaban siendo atacadas por las familias Varita y Lunastro, por no querer unirse con ellas, y que ahora ellos estaban a la prisión por una trampa que les prepararon. Nuestros compañeros les informaron sobre la captura de Lady Tempestosa, y decidieron unir fuerzas. Estos caballeros les dijeron que el otro grupo que estaba en la sala eran miembros de la cofradía de Shalazar. Nuestros amigos fueron a hablar con ellos. El líder de ese grupo era un hombre alto y fuerte, de raza negra. Les ofreció que se unieran a ellos para intercambiar información, pero se negaron, y sin saber bien bien como, empezó una gran pelea en el medio del comedor, acabando con la vida de 14 presos.
Los guardias llevaron a nuestros 3 compañeros, y a 2 miembros de la cofradía a las celdas de aislamiento, donde también estaba el clérigo de Yergal, Bic.
Y en estas celdas de aislamiento, acabó el secundo día y dejó paso al tercero…


Grupo Rurgrack / Endrius – 2do día

Endrius se pasó toda la mañana meditando sobre los acontecimientos ocurridos. Decidió que era hora de hacer una visita sorpresa al general corrupto de la milicia que les había tendido la emboscada. Así que a la tarde, decidió ir a ver a la asesina Suenia para ver si ella conocía la casa de ese hombre. Por el camino, se encontró con Rurgrack que también iba a ver a Suenia; así que fueron juntos mientras que se ponían al día de las cosas que habían averiguado.
Al llegar a su casa, ella no estaba, y decidieron esperarla dentro. Durante la espera, llamaron a la puerta, y una voz dijo que era Lord Kalasar, primer concejal de la familia Varita que quería hablar con Rurgrack y Endrius. Le abrieron la puerta, y junto a Lord Kalasar, había 2 soldados y 1 chica pequeñita encapuchada (igual que las que ya habían visto en la torre arcana), pero solo entró el Lord. Una vez dentro, les enseñó unos papeles, ofreciéndoles tierras y posesiones si dejaban de husmear en todos esos asuntos. Endrius no firmó los papeles y le preguntó por Danza de la Muerte. El Lord empezó a subir de temperatura y a instar a que firmaran, hasta que su cuerpo empezó a combustionar y a quemarse vivo. Entonces, entraron los dos guardias y la chica, que empezó a lanzar un conjuro. Endrius se fue hacia arriba, pero se encontró que le tapaba su huida una extraña mezcla de Golem/gigante, y por detrás le perseguía los 2 guardias. Cuando ya no sabía que hacer, apareció de la nada Suenia matando a 1 guardia y diciendo a Endrius que huyera. Mientras, Rurgrack estaba haciendo buena cuenta de la misteriosa encapuchada, hasta que consiguió liquidarla. Y entre los 3, pudieron derrotar a esa extraña y poderosa criatura que era el Golem/gigante.

Al rato, una vez limpiado la casa de las pruebas, Suenia les informó que sus amigos se habían metido en líos, y que ahora estaban en aislamiento, y que ahora era más difícil de ayudarlos. Tendrían que encontrar alguna prueba totalmente exculpatoria, y eso no sería fácil. Para ello, la asesina tenía dos posibles opciones: En el templo de Mistra había una de las mayores bibliotecas de los Reinos, y ahí estaban pasando cosas extrañas. La otra opción era el túnel que estaba en la casa mercader quemada, debajo de la gárgola negra; allí tenía que haber algo gordo, y seguramente, también estaría Lady Tempestosa capturada; Suenia se había enterado que habría una nueva remesa de esclavos el día siguiente, y quizá nuestros dos amigos se podrían infiltrar…
Rurgrack y Endrius tenían que decidir donde enfocar sus esfuerzos, y no fallar si querían salvar a sus amigos…



Grupo de la cárcel – 3er día

La mañana fue tranquila… excepto para Reaven. Un elfo Solar, diplomático de los elfos, fue a visitar al extraño elfo Avariel para verlo con sus propios ojos. Su conversación en élfico fue extraña y sorprendente. Reaven aseguraba que su especie estaba en peligro y solo Asher les podía ayudar, pero el elfo Solar se indignaba al escuchar que unos elfos, y más los Avariel, necesitaran cualquier tipo de ayuda de los humanos. Al final, el diplomático se quedó inseguro, y le puso una marca en forma de sello en la mano de Reaven, instándole que si salía vivo, le fuera a visitar y hablarían más tranquilamente.

Todo el día pasó con normalidad, hasta la llegada de la noche. Nelbur (clérigo de Ciric) se presentó traspasando las paredes de la celda del gigantón Stylgaar, diciéndole que esta noche iba a venir un asesino muy especial, y que los mataría. Nelbur les quería ayudar a escapar, pero Stylgaar se negó. Así que Nelbur se dirigió hacia Reaven. Entre los dos, urdieron un plan, que consistió en que el elfo y Asher cambiaran de celdas con los otros dos de la cofradía de Shalazar que también estaban encarcelados, y además, les intercambiaran de aspecto. Como Nelbur solo quería buscar confusión y mentiras, aceptó y lo hizo. A la noche, llegó una extraña persona encapuchada, con una extraña llena de brillantes. Se dirigió a la celda de Stylgaar, pero este estaba despierto y el asesino decidió dejarlo para más tarde. Fue a las dos siguientes celdas y mató a los falsos Asher y Reaven. Sin embargo, el asesino se dio cuenta que algo no iba bien, y tras hablar brevemente con Reaven (que tenía la apariencia del hombre fuerte negro, jefe de la banda Shalazar de la cárcel), le dijo que matara al gigante. Entonces, Stylgaar y Reaven intentaron enfrentarse al asesino, pero comprendieron que era demasiado fuerte, y fueron a la celda del clérigo Bic a liberarle para que se enfrentara con él. Sin embargo, el asesino se convirtió en humo, rodeó a Reaven y se volvió a materializar, y en un eterno abrazo, sacó sus colmillos y le mordió convirtiéndole en su esclavo vampírico. Y en el momento que Bic quedó libre, desaparecieron los dos. Bic empezó a matar guardias que iban entrando, hasta que llegaron los clérigos protectores y pudieron reducirle. Así pues, volvía a quedar un estela de sangre tras el rastro de nuestros amigos… y ahora, con la muerte de nuestro querido elfo Avariel, Reaven.